NUESTRO ENTORNO

¿Dónde estamos? Nuestro entorno Planos Pinar

El entorno de Pinar de Puenteviejo

Estamos en zona de pinares, jaras y enebros, aunque originalmente la masa forestal se componía de dehesas de encinares como los que podemos ver en las “Pueblas”.

Las Pueblas de Pinar de Puenteviejo

A lo largo de la historia el entono se fue transformando por la acción humana, así por ejemplo en los siglos XV y XVI la conquista de las tierras de ultramar obligó a la construcción de naves y barcos con las que surcar los mares y el déficit de madera empujó a los Reyes Católicos y a Carlos l a desarrollar políticas con las que incrementar los rendimientos madereros.

Como consecuencia se fomentó la implementación y reforestación de pinos piñoneros sustituyendo a las encinas originales.

Hasta mediados del S.XX se mantendría esta situación en la tala de masas forestales, para posteriormente dar paso a nuevas talas progresivas donde las tierras de labor (principalmente cereales) tienden a ganar terreno. Aun quedan zonas de aprovechamiento de pinos resineros y piñoneros.

A nuestro lado discurre el rio Voltoya, afluente del Adaja, que a su vez desemboca en el Duero. El rio Voltoya nace en uno de los lugares más bonitos del centro de la península, en la zona de la Cepeda, en plena sierra de Malagón, en el sistema central Ibérico y desde allí va discurriendo hasta pasar por nuestra urbanización con el puente de Almarza o puente viejo del siglo XVIII, de estructura Borbónica, de tres arcos construido por Carlos III en 1770.

Otro punto emblemático de nuestra urbanización y que nos domina desde su altura es el “Torreón” o Torreón de San Luis, cuya construcción ya abandonada fue concebida como telégrafo óptico. Concretamente, este es el número 10 de la línea que unía Madrid (Cuartel Conde Duque) con Irún. Se construyó en 1846 suponiendo una infraestructura básica de seguridad en la época, debiendo contar con un destacamento militar. Pero la aparición posterior del telégrafo eléctrico en 1854 hizo que tuviese un éxito breve, abandonado todas las construidas desde ese momento.

Torreón de Pinar de Puenteviejo

La fauna que podemos encontrar por la zona son cigüeñas, tejones, jabalíes…

Por supuesto podemos disfrutar de la multitud de caminos que existen, y por los que ya transitaba Miguel de Cervantes escribiendo estas líneas a su paso por Labajos en la fuente del Cordel:

“Una villa situada a mitad de camino entre Madrid y Valladolid y a más o menos distancia de Salamanca, siendo paso obligado de entre estas dos últimas y Madrid, existían varias posadas, mesones y un parador, así como los caballos necesarios para el recambio de diligencias, con lo que los viajeros que por aquí transitaban se veían obligados a comer o pernoctar degustando es sus comidas los exquisitos cocidos de garbanzos de esta tierra, así como en sus cenas su famosos gansos” Hoy estos garbanzos tiene sello de garantía propia.